Imagen destacada: Archivo del cine club del Colegio José Joaquín Pérez.
Lenka Suárez es profesora de Artes Visuales del Colegio José Joaquín Pérez de Quinta Normal. Al igual que la mayoría de los establecimientos educacionales del país, para Lenka y sus colegas el primer desafío de la emergencia por el virus Covid-19 fue adaptar la experiencia pedagógica a la modalidad virtual y atender las nuevas necesidades que esto conlleva.
¿Cómo se inserta el Cine Club Escolar en este escenario? Lenka, que es parte del Programa Escuela al Cine desde 2015, ha aprovechado el contexto para incluir en la experiencia a estudiantes de todo el segundo ciclo de enseñanza básica en al menos una actividad ligada al cine, fomentando su creatividad y conexión emocional.
Clases en cuarentena
Con la suspensión de las clases presenciales a mediados de marzo, el Colegio José Joaquín Pérez concentró sus esfuerzos en mantener el flujo de aprendizaje de los “conocimientos esenciales”, por lo tanto, las clases del taller de cine se pospusieron hasta junio.
Sin embargo, lo reciente de su implementación no ha significado una disminución de las actividades cinematográficas, al contrario, más estudiantes están participando y los apoderados valoran “que sus hijos ocupen el tiempo libre, se distraigan, jueguen y se entusiasmen con las actividades”, cuenta Lenka.
El camino para llegar a ese trabajo fue difícil tanto para docentes como para estudiantes y apoderados. Según palabras de Lenka: “gran porcentaje de padres decían no saber cómo interactuar con un modelo virtual de aprendizaje, al no tener una adecuada formación del uso de estas de tecnologías. A pesar de que la mayoría tiene acceso a internet y maneja las redes sociales, muchos se vieron enfrentados a la responsabilidad de adaptar y facilitar el aprendizaje de sus hijos con conocimientos olvidados o incompletos, lo nos indicaba la necesidad urgente del apoyo de sus profesores”.
Para la docente, fueron varios los aspectos a considerar: “en primer lugar preparar todo el material de clases en formato digital y priorizar los contenidos, variando los medios para lograr el objetivo pedagógico, desde preparar mi espacio físico de aula virtual, hasta cuidar los gestos faciales, la voz fuerte y clara, mirando siempre de frente a la cámara para establecer el contacto virtual con mis alumnos, relajarlos con humor y por sobre todo retroalimentar de forma individual sus aprendizajes”.
Los estudiantes se han ido motivando poco a poco. “Valoran poder comunicarse entre ellos y compartir con sus pares. Esperan de sus actividades que sean desafiantes y entretenidas, que les permitan mostrar sus habilidades y que sean reconocidas, reforzando su presencia en clases y notando su ausencia, a través de un llamado personal o un correo que les motive a participar”.
Según Lenka, es evidente que el taller de cine funciona como resguardo emocional. Al ser optativo, sus integrantes tienen la libertad de elegir sus aprendizajes, lo que se ve reflejado en el compromiso con que asumen sus responsabilidades. También les da la posibilidad de experimentar nuevas habilidades comunicativas y afectivas, les entrega pertenencia, identidad, autoestima y un nuevo sentido a la relación que se establece con su profesor.
“Profesor y estudiante experimentan el verdadero aprendizaje pedagógico, el estudiante la satisfacción del éxito de la meta propuesta y del profesor la satisfacción de dejar la impronta positiva del amor al aprendizaje”, reflexiona la profesora.
Desde la ventana
El trabajo del Cine Club de Lenka este año se vio marcado por el proyecto Planos del mundo desde la ventana, una iniciativa del Centro de desarrollo social del cine, Gaticine, en la que participaron estudiantes de todo Chile registrando detallados planos de un minuto, con un relato oral que diera cuenta de una vivencia particular en torno al contexto actual.
Lenka, junto a otros profesores (algunos también miembros del Programa), fueron invitados para que los estudiantes de sus talleres se sumaran a la actividad. “Cuando grabé este video, sentí que pude expresar mis sentimientos libremente al ver mi colegio”, contó Fabián, representante del cine club de Lenka que estuvo en el evento de lanzamiento del proyecto.
El viernes 07 de agosto fue el estreno de los trabajos realizados y del sitio web desdelaventana.cl. Los micrometrajes realizados por estudiantes y las referencias creadas por diversos cineastas chilenos también se podrán ver durante la programación habitual de TVEduca hasta principios de septiembre.
Taller para exestudiantes
Además del cine club del colegio, Lenka tiene un proyecto externo con Verónica Bello, profesora del Instituto Nacional y también miembro de nuestra Red. Este taller concentra a exestudiantes de ambas docentes, jóvenes de 13 a 21 años que participan todos los viernes de jornadas de apreciación cinematográfica e intercambio de ideas.
“El taller pretende ser un espacio de comprensión social, nuestro interés es que los alumnos se conozcan en todos sus aspectos, sus necesidades, realidades sociales, culturales, emocionales y políticas, que poco a poco vayan desprendiéndose de prejuicios, que experimenten la democratización del conocimiento, que vayan aprendiendo a sensibilizar la mirada con respeto y compromiso, que comprendan que concretar sueños es posible en comunidad, y que el concepto de ser un individuo valioso y singular, no tiene que ver con ser individualista”, concluye Lenka.
