“Entré a este colegio en cuarentena, todo lo que tenía planeado presencial se frenó y el cine fue la alternativa. Después decidí buscar un apoyo con el Programa Escuela al Cine. Para mis estudiantes ha sido super entretenido, todo lo que aprendí lo incorporé en mis clases y ahí quedó instalado el cineclub”, recuerda la profesora Jessica Valladares, quien actualmente hace un taller de cine en clases de Tecnología para estudiantes de 1° y 2° medio del Colegio Andino Antuquelén.
Ubicado prácticamente en la montaña, el cineclub de Jessica funciona como un espacio de acceso a cultura para sus estudiantes. «Acá estamos en la montaña, hay poca gente, nos vemos solo las personas del pueblo, los niños y niñas tienen poca relación con la ciudad o con otras personas, entonces ver otros mundos a través de las pantallas les enriquece mucho», comenta Jessica.
La implementación del cineclub en el colegio ha sido un proceso dinámico y adaptativo. La profesora explica: «Mis estudiantes están todo el rato con pantallas, creando historias, subiendo contenido, pero de una forma intuitiva o con el lenguaje que exigen las redes sociales. Entonces trato de tomar esos conocimientos y ampliarlos».
«Ahora estamos con creación, pero siempre parto con apreciación, visionado y de a poco nos metemos a crear” señala la docente, agregando que este año hizo un cambio: “Me di cuenta de que los estudiantes tienen muchas ganas de hacer, así que voy mezclando. Ahora partí al revés con montaje, como ellos ya producen sus propios contenidos, hemos estado haciendo ejercicios de edición, a veces siento que saben más que yo «. Esta metodología ha permitido a los estudiantes entender cómo contar historias a través de imágenes y cine.
El cineclub no solo ha fomentado la creatividad y la expresión artística, sino que también ha ayudado a los estudiantes a explorar y comprender sus propias pasiones, emociones, intereses, referencias artísticas y aspiraciones. «Actualmente están haciendo micro cortos bajo el título ‘Lo que me apasiona’ en segundo medio y ‘Mi director/a favorito/a’ con los estudiantes de primero», explica Jessica.
“El cine propone abrir nuevos mundos, ver y conocer. Es una forma de darse cuenta de que somos diseñadores de nuestra propia realidad, nuestro mundo interior o lo que nos rodea», reflexiona Jessica sobre el efecto del séptimo arte en sus estudiantes. Por ejemplo: “En el trabajo de la pasión, algunos han dicho que les apasiona todo y nada al mismo tiempo, así que ahí vamos explorando las propias grabaciones, vamos viendo qué les pasa a ellos con la situación fílmica y autobiográfica”.
Otro aspecto importante de la enseñanza en torno al cine que realiza Jessica es la experiencia de pertenecer a la Red de Cineclubes Escolares, que ha sido enriquecedora tanto para ella como para sus estudiantes. «Para mí fue un regalo encontrarme con mis colegas en el Encuentro Nacional 2023, había sido un año muy difícil. Con un grupo de profesores que conocí ahí tenemos la idea de trabajar juntos, hacer clases remotas y mostrarnos lo que estamos haciendo”, señala la profesora.
A través del cine tanto Jessica como sus estudiantes están descubriendo nuevas formas de ver el mundo, expresarse y comprender sus propias realidades. «Me siento muy afortunada de pertenecer a la Red, conocer otros docentes que están en la misma sintonía, de estar en un colegio donde se me permite implementar un cineclub y de los chicos y chicas que les gusta crear», concluye Jessica.