Natales: El Festival de Cine Escolar que empodera a estudiantes y fortalece la comunidad de la escuela Baudilia Avendaño De Yousuff

Desde 2019 en la Escuela Baudilia Avendaño De Yousuff se lleva a cabo un Festival de Cine Escolar que partió convocando a establecimientos de la misma comuna, luego se extendió a Punta Arenas y a la región de Magallanes, para terminar con alcance nacional hace tres años. La iniciativa partió de forma intuitiva, con la práctica del cine como un anexo a los talleres JEC de teatro y artes escénicas que imparte la profesora Paula Torres. 

«A mí se me hacía muy difícil enseñar teatro a chicos que nunca habían ido al teatro», comenta Paula. En este contexto, el cineclub surgió como una extensión natural de las artes escénicas, permitiendo a los estudiantes explorar y expresarse sin la presión de actuar en vivo. «Nos dimos cuenta de que había mucho interés por el arte, pero también mucha vergüenza de hacerlo en vivo, así que comenzamos a grabar, tener tiempo de ensayo, verse, y ahí nació la idea del festival de cine», resume Paula. 

La profesora trabaja con estudiantes de enseñanza básica y prebásica: “Más que exponerse ellos mismos, con los más pequeños animamos algunos objetos, les interesa mucho la tecnología y manejar una cámara que no sea el celular”. Con los estudiantes más grandes, su trabajo está más ligado a la interpretación. “El cineclub lo fuimos abordando progresivamente: el estudio de los personajes, la creación de la dramaturgia, luego un guion más cinematográfico con otro tipo de estructura, pero siempre ha primado la creatividad de los chicos, el festival también es libre”. 

En 2023 Paula ingresó a la Red de Cineclubes Escolares del Programa Escuela al Cine, lo que le ha permitido explorar nuevos contenidos junto a sus estudiantes. “Este año empezamos con Cien niños esperando un tren, película que a ellos les llega mucho porque hace tres años acá no había cine. Hace poco tienen acceso y luego ven este documental y se dan cuenta de que eso pasaba hace 40 años, empiezan a considerar esta situación y logran comprender por qué es importante que desde acá también hagamos cine, que tengan acceso a las artes y espacios de creación, que es solo para ellos, para que construyan cosas para sus compañeros, este documental ha sido un cambio importante para las monitoras y los estudiantes”. 

Para Paula es fundamental que sus estudiantes conozcan referentes para crear, tanto con cine nacional como con cortometrajes realizados por personas de sus mismas edades en otras partes de Chile, por eso nace la idea del Festival: “tener referentes es necesario para empatizar con distintas situaciones que los chicos no conocen. Guiamos sus trabajos, sugerimos, mostramos referentes sin cortar ideas. Los participantes van de 5º a 8º y la idea es que los contenidos sean aptos para toda la escuela”. 

«Al igual que el teatro, el cine ayuda a los estudiantes a ordenar sus ideas a través de una planificación, ordenar sus relatos», explica Paula. La capacidad de crear y compartir sus propias historias no solo les permite expresarse, sino que también les enseña a valorar las historias y perspectivas de los demás. 

El impacto del cineclub y del festival ha sido profundo «les ha dado una identidad y un saber que los posiciona en un lugar especial dentro de la comuna. Para ellos, ser los dueños de casa de este festival les ha hecho sentirse más seguros», afirma Paula. La participación en el festival ha brindado a los estudiantes una plataforma para expresarse y ha reforzado su autoestima y sentido de pertenencia. 

El festival en sí se ha convertido en un evento significativo para la comunidad escolar: «Es algo que moviliza a toda la escuela, familias, profesores, asistentes… los últimos años lo hemos hecho en el cine, hacemos una alfombra roja», detalla Paula. Este evento no solo celebra el trabajo de los estudiantes, sino que también fortalece los lazos comunitarios y destaca la importancia del arte en la educación. 

Si bien es competitivo, el festival entrega reconocimientos más amplios que las categorías comunes: “una tiene que ver con lo técnico del cine, otra es la creatividad para solucionar formas de contar la historia y una última sobre las temáticas. Así la competencia se da de forma muy sana, cuidando el espacio pedagógico también”. 

Este año el festival se va a llamar Encuentro de cine escolar: territorios ancestrales, ya que se adjudicaron un FAE para realizarlo. Los estudiantes de la escuela participarán en la ceremonia, en la producción e ideación del certamen. “Esperamos abrir la convocatoria al volver de vacaciones de invierno y realizar la muestra y premiación en octubre”, proyecta Paula. 

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