Profesor Diego Pino: “es bonito cómo la sola idea de poner la cámara y grabar genera un ambiente muy propicio para el aprendizaje”

En 2018, el profesor de historia Diego Pino tomó las clases de tecnología de un sexto básico de la escuela Alberto Córdova Latorre de Lanco. Recién había tomado un taller de cine y pensó que se podía aplicar en el aula cumpliendo con los objetivos de aprendizaje. “Me di cuenta de que los estudiantes se entusiasmaron inmediatamente con la idea de hacer cine, logramos hacer un cortometraje y el año siguiente depuré más la idea hasta llegar a la productora”, dice el profesor. 

La llamaron La ratonera porque “así le dicen al colegio en Lanco por su antigüedad”, comenta Diego. La productora de a poco fue estableciendo una metodología a través del trabajo colaborativo, superando etapas y estableciendo nuevos desafíos, como la idea para este año de hacer un festival interno de micrometrajes. 

En 2020 Diego se unió a la Red de Cineclubes Escolares para conocer otros docentes que implementan el cine en el aula y profundizar en contenidos cinematográficos, algo que le permitió continuar en pandemia con el trabajo individual y pensar en nuevos proyectos para su cineclub como el festival. 

“Cuando estamos en la sala entienden que dejan de ser un curso y pasan a ser un equipo de trabajo comprometido, es otra sensación, se ve como si estuvieran jugando, pero al final del día entienden super bien los conceptos”, explica el docente, agregando que la autonomía que se les entrega a los estudiantes es fundamental para lograr ese ritmo: “comienzan a ver en qué formas están fallando para avanzar desde ahí, se critican, es una fraternidad. Es bonito cómo la sola idea de poner la cámara y grabar genera un ambiente muy propicio para el aprendizaje, no es algo que estén escribiendo en el cuaderno, lo experimentan y descubren qué funciona y qué no”. 

La experiencia también es nutritiva para desarrollar otro tipo de habilidades: “los niños y niñas exploran el lenguaje cinematográfico que es algo que les llama mucho la atención, además buscan e investigan sobre los temas que quieren comunicar y buscan su forma de expresarlo”, cuenta Diego.

Primer cortometraje de La ratonera.

De la exploración personal a la implementación en el aula 

El acercamiento de Diego con el cine y su relación con la educación nació de algo fortuito: “en algún momento me volví parte de un proyecto de investigación patrimonial en Lanco para hacer rescate patrimonial con la idea de hacer un libro. Cuando entrevistaba gente me di cuenta de que no bastaba con una grabadora de audio, así que empecé con el video”. 

Así comenzó a desarrollar cápsulas para subir a YouTube y Facebook, microdocumentales sobre personas relacionadas a la historia de Lanco. “Trabajando así noté cómo me fui empapando en lo audiovisual y que esto podía pasar a las aulas fácilmente con temáticas que les interesen a los chiquillos”, recuerda el profesor. 

Diego también hace clases en educación para adultos y ahí vincula esos videos con el currículo de historia como los inicios del siglo XX, la llegada del ferrocarril o la ocupación de la Araucanía. Diego explica que “es fundamental que los profesores entendamos que el cine es una herramienta tremenda para utilizar en el aula y tenemos la responsabilidad de poder usarla, porque hoy todo es a través de lo audiovisual. Tomar ese lenguaje, apropiarse de él y poder entenderlo es ir dos o tres pasos más delante de todo”. 

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