La Frontera

La Frontera

Durante la dictadura militar en Chile, en 1985, el profesor Ramiro Orellana es relegado a una remota localidad sureña, debido a las actividades de agitación gremial que desarrollaba. En ese lugar, no solo tendrá que enfrentarse a la frontera geográfica a la que es relegado, sino también a la “frontera” que le impide estar con sus seres queridos. El personaje emprende una “odisea” que lo llevará a enfrentar los desafíos del aislamiento geográfico y, a la vez, su desafío personal: la soledad y las carencias afectivas.

Imagen latente

Imagen latente es una película de ficción ambientada en Chile en 1983, durante la época de la Dictadura Militar. Cuenta la historia de Pedro, un fotógrafo profesional, cuyo hermano forma parte de la lista de detenidos desaparecidos. El peso de tal recuerdo lo lleva a buscar la verdad de su muerte. Vagando por la ciudad, Pedro va encontrando a un país silenciado por el miedo.

Julio, comienza en Julio

Julio, comienza en Julio

La historia, situada a comienzos del siglo XX, presenta a un connotado terrateniente, don Julio García del Castaño, cuya conducta está guiada por el principio de que “el fin siempre justifica los medios”. Así, mantiene un litigio legal con la Orden Franciscana cuya solución está al borde de la ley. Paralelamente, está preocupado de la iniciación sexual de su hijo Julio, pues será quien herede las tierras algún día. Pero Julio se enamora de la prostituta María, con el consiguiente derrumbe del imperio forjado por su familia.

Río abajo

Río abajo

Nuestra cinematografía nace pocos años después de la invención del cine y, ya durante los años 50, la producción nacional es pródiga en interesantes títulos. Muchas películas de la época están basadas en obras literarias, como sucede con Río abajo, basada en un cuento de Mariano Latorre. Río abajo fue restaurada por Cineteca Nacional en 2006, en los Laboratorios de la Filmoteca de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Los testigos

Los testigos

Los testigos muestra a un grupo de pobladores de un barrio marginal de Santiago que es burdamente engañado por tres loteadores “brujos” que les han prometido terrenos para levantar sus mejoras. Los vecinos deben pagar sus cuotas, mientras los loteadores tramitan las escrituras. El reclamo de los pobladores, ya cansados por la demora en la definición de los terrenos, ocasiona una riña en la que uno ellos es asesinado por uno de los loteadores. La policía pide a los vecinos que concurran ante un juez para servir de testigos del hecho, pero todos, por temor o desconfianza en la justicia, eluden la responsabilidad.