Roberto Varas, audiovisualista del Liceo Liceo Nuevo Mundo de Mulchén y que forma parte de la Red de Cineclubes Escolares desde 2016, nos cuenta su experiencia con el taller de cine con un grupo de estudiantes de enseñanza media del sur de nuestro país.
1.- ¿Cómo evalúas el desarrollo del cineclub escolar este año, en cuanto a los beneficios que ha traído esta actividad para los estudiantes del Liceo?
Este año el cineclub ha sido de mucho trabajo y conocimiento entre todos. Tenemos un grupo de alumnos desde 1º a 3º medio muy sincronizado y entusiastas. Son chicas y chicos con gran interés por el cine y la fotografía, por y sobre todo amantes de las historias. Hemos podido revisar los distintos oficios del cine[1] y ellos han podido experimentar las distintas labores desde la escritura del guión, el sonido, cámara, la actuación, arte y producción.
A través de esto siento que han podido desarrollar su creatividad, que para mí es muy importante, ya que les permite tener una visión más crítica y plantearse como personas capaces de aportar a su entorno a través de la creación. Los chicos y chicas son reconocidos entre sus pares y se destacan en su desarrollo social y emocional. Lo que me deja muy contento es que son capaces de organizarse y planificarse por ellos mismos. También es vital el apoyo del Liceo que permite que los chicos puedan aplicar su talento en el desarrollo no sólo de las actividades del cineclub, sino que también en algunas asignaturas en las que pueden aplicar la creación audiovisual como parte del proceso de aprendizaje, algo que está poco a poco agarrando más fuerza.
2.- ¿En qué instancias que trascienden el espacio del colegio han participado como cineclub, y cómo han sido estas experiencias?
Este año hemos estado en Valparaíso en el Festival Ojo de Pescado donde estuvimos tres días y los niños y niñas pudieron tener acceso a películas y cortos de excelencia con temáticas para ellos súper motivantes, y han podido reconocer las herramientas que tiene el cine como el sonido y la luz y la importancia que estos elementos tienen al momento de transmitir una emoción, gracias a la suerte de presenciar películas en salas de cine bien equipadas, algo muy difícil de encontrar por acá, a menos que sea en salas de cine comercial. Pudieron conocer a distintos realizadores que formaban parte del jurado, la competencia y el equipo de producción del festival (a quienes agradecemos enormemente por al oportunidad) con quienes pudieron conversar y conocerse de manera muy cercana, lo que les abrió un mundo completamente distinto y permite reconocerse y valorarse a través de gente con sus mismos intereses.
También estuvimos en Valdivia participando de la muestra para niños, niñas y jóvenes donde presentaron su último cortometraje “Algo complicado” ante una sala llena de público de distintas edades. Y pudimos también ver una muestra de cine boliviano, que los acerca a realidades completamente desconocidas para nosotros. La experiencia del viaje, el contacto con personas con sus mismos intereses, sus mismos problemas y dificultades de distintas latitudes del mundo resultó altamente motivador para los integrantes del cineclub, ya que los llena de energía y entusiasmo en conocer más y seguir creando.
3.- ¿Qué cortometrajes se encuentran realizando como taller?
Este año hemos realizado algunos ejercicios fílmicos en la antigua estación de trenes de Mulchén, también una serie de “Minutos Lumière” que estrenaremos a fines de noviembre. Además, los estudiantes realizaron el corto «Algo complicado» dirigido por Carolina Diaz (3ºA) que resultó ganador de la 2ª Muestra de Cine Escolar «Jóvenes Ilusionistas» organizado por el Departamento de Educación de Mulchén, donde obtuvieron el premio en las categorías de mejor dirección de arte, fotografía, mejor actuación y mejor cortometraje. Ahora estamos preparando una serie de videos sobre el día de los muertos (que habíamos planificado hace un par de semanas y que hoy registramos) y un último cortometraje de suspenso para fin de año.
4.- Desde una mirada local, ¿Crees que el taller abre puertas o amplía la mirada de los escolares de Mulchén?
Sin duda el cineclub es un espacio para la amplitud de sus horizontes, ya que aparte de revisar cine chileno, también vemos cortos europeos y latinoamericanos, películas que les han permitido reconocer elementos de su propia cultura en lugares tan alejados como por ejemplo Islandia, pero que se vinculan en la forma en que narran un tiempo más acorde al de la vida en Mulchén. Los chicos y chicas crecen día a día con el cine y la realización audiovisual, lo que me llena de alegría y me permite también aprender junto a ellos y encontrar nuevos puntos