Quatsch
Bollersdorf, ciudad al centro de Europa, es un lugar tan común y corriente que el “Centro de Investigación del Consumidor” lo ha declarado zona de prueba para nuevos productos. Los adultos se alegran ante el reconocimiento de su normalidad y prescinden de todo lo que se salga de la norma. Los perjudicados son los ancianos que son recluidos en asilos, y sobre todo los niños, cuya fantasía en lo sucesivo se intenta coartar. Pero los chicos se defienden con imaginación y anarquía, hasta lograr el caos perfecto. Los gerentes desaparecen con sus nuevos productos, los niños con los ancianos que han regresado a sus hogares dan rienda suelta a sus osadas ideas y sus padres entran en razón.