Películas como “El botón de nácar”, “Quilapayún: Más allá de la canción”, entre otros estrenos nacionales, también en su momento nos sorprendieron por el masivo interés de los profesores de asistir a sus funciones. Con el estreno del mes de junio, “El pequeño príncipe”, primera película de animación y especialmente orientada a los más chicos, la historia no fue distinta. Esto nos hace, de alguna forma, constatar que el interés por acercar el cine a los estudiantes al cine se consolida poco a poco.
Los cupos se agotaron en tiempo récord y, hasta ahora, ha sido la película con más profesores y escolares inscritos: 160 y 2666, respectivamente. No hace falta ser un especialista para relacionar esta reacción con la escasa, por no decir nula, programación de películas infantiles en salas no comerciales, más allá de los festivales o muestras específicas.
Si bien es un hecho reconocible que en salas de cine arte y espacios culturales la programación de películas para público infantil es todavía algo incipiente y esporádico, existen iniciativas que están hace algunos años trabajando para consolidar estos espacios. Alejandra Fritis, organiza hace 5 años el Festival Ojo de Pescado, cuya quinta versión tendrá lugar este 20 y 27 de agosto en Valparaíso. El festival, pone en competencia cortometrajes hechos por niños y adolescentes, realiza talleres de cine y además presenta una muestra de cine especialmente pensada para el público infantil y juvenil, siendo una de las pocas instancias especializadas que pone en circulación películas para niños desde un criterio cultural y artístico, más allá de la industria del entretenimiento.
Alejandra ¿Por qué te parece necesario promover y consolidar este espacio?
Estamos terminando una itinerancia de la programación reciente de Festival Ojo de Pescado por diez comunas de la Región de Valparaíso y tres comunas de la Región del Maule, a la que a la fecha han asistido alrededor de 15.000 niños, niñas y jóvenes. Esto da cuenta del gran interés que existe en las comunidades escolares y familias por ver cine de calidad, de contenidos y formas diferentes a lo que se acostumbra a presentar en el circuito comercial del cine y la televisión en Chile.
Nuestra programación está integrada por películas de todos los géneros, de cortometraje y largometraje, de diversas nacionalidades y propuestas artísticas, con temáticas y tratamientos delicadamente seleccionados para las distintas edades y ciclos de enseñanza. A través de nuestra experiencia, podemos dar cuenta del alto interés que existe en ver audiovisual de calidad para la infancia, pero también podemos decir que ese interés se multiplica y profundiza cuando los contenidos que se ofrecen respetan el derecho de los niños y niñas a ver audiovisuales adecuados a sus diversas edades y contexto.
Sin duda, instancias como esta nos permiten ampliar el acceso a los niños a otro tipo de cine, pero también es posible llevar la reflexión un poco más allá y preguntarnos por el sentido de exigir que la oferta de cine no comercial para la infancia se incremente y consolide ¿Necesitamos o tenemos que esperar que las salas programen cine arte para niños para poder ponerles en contacto con otro tipo de cine?
Desde un postura muy personal, puedo decir que no. Si bien esta es una tarea de los programadores de las salas, y quizás, de realizadores, lo cierto es que en tanto mediadores, podemos usar otros formatos de reproducción y eso amplía las posibilidades. El DVD, y ahora incipientemente el cine en línea, nos permiten actualmente poner a los niños en contacto con obras interesantes y diversas.
Alain Bergalá, crítico de cine, ensayista, guionista y director de cine Francés publicó en el 2007 “La hipótesis del cine; pequeño tratado sobre la transmisión del cine en la escuela y fuera de ella”, un libro en el que reflexiona y plasma su experiencia en la “transmisión del cine”. Para quienes tenemos la responsabilidad y el interés, de acercar el arte de cine a los más pequeños, es una lectura imprescindible. En él, Bergalá postula lo siguiente respecto a este problema del “qué mostrar” a los niños cuando pensamos que el contenido para ellos es escaso:
“Sobre la negativa de “apuntar a un público objetivo” –para emplear una ruin expresión publicitaria- de una franja de edad precisa: cada DVD(1) está compuesto y fragmentado para que el mismo niño pueda descubrir una secuencia en educación infantil, otras tres en primero, la película entera entre los diez y doce años, algunos análisis en la secundaria post obligatoria. Las películas no tienen por qué ir cambiando a medida que se avanza, sino que es la aproximación de cada uno la que irá variando según el grado de madurez, de cultura y de capacidad de análisis.”
La observación de Bergalá, abre las posibilidades a quienes sentimos la urgencia de poner a los niños y jóvenes en contacto con el cine desde su apreciación artística. Es decir, mientras esperamos que en las salas no comerciales y centros culturales haya cada vez más películas aptas para todas las edades – y haya más salas no comerciales y centros culturales también- podemos explorar otras posibilidades, entre ellas esta idea ir introduciendo obras fundamentales a través de fragmentos; selección de planos y pequeñas secuencias de grandes películas. “Abogo por una aproximación al cine a partir del plano considerado como la más pequeña célula viva, animada, dotada de temporalidad, de devenir, de ritmo, gozando de una autonomía relativa, constitutiva del gran cuerpo que es el cine”, señala.
Cada instancia y cada consejo que se presenta para acercar a los niños y jóvenes a la apreciación y exploración del cine como expresión artística, proveniente de personas comprometidas con el cine y la cultura, nos sirve para ampliar las posibilidades de nuestra gratificante, pero también compleja y delicada misión de trasmitir el gusto y la pasión por el séptimo arte desde la infancia.
Para saber más sobre el Festival Ojo de Pescado visita: www.ojodepescado.cl
El libro La hipótesis del cine, de Alain Bergalá, está disponible a la venta acá
(1) Se refiere a un material que desarrolló para la transmisión del cine en la escuela, en una de las instancias de su amplia trayectoria, que consistía en un DVD con selecciones de planos, de las mismas películas, pero escogidos y agrupados para diferentes edades.