Rodrigo González, encargado del cineclub del Liceo Luis Gregorio Valenzuela Lavín en Coinco, región de O’Higgins, ha formado junto a sus estudiantes un espacio de exploración y expresión a través del cine. Desde inicios de este año, Rodrigo ha implementado el cineclub como taller de libre elección, con dos horas semanales dedicadas a la apreciación cinematográfica y la creación audiovisual. «Este semestre las sesiones han sido de trabajo, haciendo escaletas, storyboards y planificando lo que vamos a grabar», señala el docente sobre el proceso creativo de sus estudiantes.
El cineclub ha permitido que los alumnos, en su mayoría de 1º y 2º medio, exploren conceptos como la escala de planos, los ángulos y el montaje, mientras se preparan para realizar su propio cortometraje. “Muchos de los conceptos que hemos visto en las sesiones eran desconocidos para mis estudiantes, pero han desarrollado bastante seguridad y creatividad”, destaca el profesor. A través de salidas a terreno y ejercicios de preproducción, los alumnos han trabajado en una idea: “en el entorno del liceo hay lugares que son bastante especiales, hay una gruta en un cerro a 10 minutos de distancia y ahí se inspiraron para desarrollar una ficción de terror”.
El cineclub no solo ha sido un espacio de creación, sino también de descubrimiento personal para los estudiantes. Rodrigo señala que uno de los mayores logros ha sido la seguridad de sus estudiantes y la conexión con sus propias capacidades. “Hay un estudiante en particular que se ha adecuado súper bien a nivel interpersonal; encontró el espacio para desarrollar sus habilidades artísticas”, comenta, subrayando la importancia de estos espacios para el crecimiento personal de los jóvenes.
Además, el cineclub ha servido para desmitificar el cine chileno entre los estudiantes, quienes tenían prejuicios o desconocían el cine local. “La valoración del cine chileno ha mejorado un poco, aunque ha sido difícil. Hemos visto películas como Machuca, y otros fragmentos que nos han permitido conocer lenguaje cinematográfico también», señala el docente.
El cineclub también ha influido en el desarrollo de habilidades del siglo XXI entre los estudiantes. «Pensamiento crítico, escucha activa, respeto, creatividad; en esta instancia todos los estudiantes han explorado sus habilidades», concluye Rodrigo.