La posibilidad de insertar el cine para niños y niñas en las salas de clases me ha permitido reafirmar las múltiples posibilidades de relación y análisis que este medio genera en pequeños de corta edad.
Muchas veces intentamos indagar sobre qué tipo de metodologías usar en la sala de clases para que los niños y niñas no dejen de sorprenderse. Pensar cómo organizar un tiempo destinado al aprendizaje de la cultura mapuche considerando el rol pedagógico es un desafío para las aulas urbanas.
Dar uso del cine como experiencia pedagógica ha sido una apuesta en los talleres de interculturalidad. En un pequeño ciclo de cine sobre cuentos mapuche, se expusieron los extractos de «La machi del rayo», «La niña de la calavera» y «El Nahuel y el hombre perdido» para dar inicio a un diálogo con niños y niñas entre cuatro y seis años, de los establecimientos Escuela Cóndores de Plata, de Cerrillos y Pewmayen, de San Miguel.
La inolvidable experiencia me motivó compartir la satisfacción que genera el cine como recurso metodológico. A través de estos cuentos fue posible despertar en ellos la capacidad de analizar más allá de lo que el mismo lenguaje cinematográfico proyecta.
Considerando siempre que el cine nos transporta a distintas realidades, fue importante entonces organizar la clase en una relación secuencial que me permitiera trabajar conceptos tan profundos como son ser Machi (autoridad mapuche encargada/o de la salud individual y el equilibrio cultural) y küme mongen (Buena vida mapuche. Lo bueno es lo verdadero, lo bello, lo profundo y lo certero) considerando sus propios tiempos de atención y concentración.
Se presentó primero «La machi del rayo», luego «La niña de la calavera» y finalmente «El Nahuel y el hombre perdido», uniendo así el tiempo total de cuarenta y cinco minutos de una hora pedagógica. Después del primer y el segundo micro film se generó un nütramkan ( diálogo de realidades), junto con un análisis y discusión grupal. Luego la clase se cerró con «El Nahuel» y un diálogo final de cierre.
El primero de ellos, les permitió acercarse a la noción de hacerse machi y lograron entender con mucha claridad el concepto de transmisión de poder. En la segunda narración cinematográfica expuesta «La niña en la calavera» el enfoque usado les permitió comprender que existe una kalku (bruja o persona que hace daño intencionalmente) y que la solución está en la Machi quien la orienta cómo resolver la pócima que ésta ha preparado (en palabras de niños es muy interesante escucharlos comunicar y analizar este concepto). Esta conversación me permitió transferir el valor de vivir como mapuche en una küme mongen, deseando lo mejor a las personas y no realizando acciones que puedan perjudicar la vida y la salud de los demás.
Las niñas y los niños fueron capaces de responder preguntas inferencia sin mayores problemas. A la pregunta «¿Cómo se comunicaba con los animales que deciden ayudarla a encontrarlos?» Los pu pichikeche (niños y niñas) responden «con mapuzungun». En mi intención pedagógica les pregunto«¿Sólo con eso o con algo más?», «¡Ay, sí!», responde una de ellas «Con un buen corazón».
Sin duda en esta experiencia pedagógica podemos constatar que el uso del lenguaje cinematográfico, también nos permite abrir preguntas de tipo ético-valórico. Una vez más sondeamos «¿Está bien tener envidia y malos pensamientos, hacia los demás entonces?» Al unísono responden «¡No!» Y para cerrar se afirma “¿Las machi son brujas entonces?” y nuevamente todos responden responden “¡Noo!”.
El marco de posibilidades en que se puede dar uso al cine como herramienta educativa es sin límites. Para este caso era importante relacionar el uso de tres recursos pedagógicos audiovisuales con dos temáticas de aprendizaje de la cultura mapuche en niños y niñas de escuelas urbanas de la región Metropolitana. No obstante, siempre es bueno seguir explorando las posibilidades del cine como articulador de aprendizajes culturales dentro de la sala de clases.
Autora:
Marjorie Huaiqui Hernández es profesora de Historia y Geografía Lic. en Educación por UNAP y estudiante del Diplomado de Literatura Infantil y Juvenil de IDEA-USACH. Los dos colegios mencionadas, uno municipal y otro particular, son parte de talleres interculturales que actualmente desarrolla.