“Desde que comencé a ejercer que uso el cine como cualquier profesor de historia, desde la apreciación”, dice Mauricio Villanueva, docente del Liceo Politécnico Pesquero de Mehuín. En 2020 fue parte del curso del curso Cine para educadores: apreciación y creación, y desde ahí, su acercamiento al cine en el aula ha sido mucho más íntimo.
Recién en 2022 Mauricio pudo llevar a cabo un taller extraprogramático de creación cinematográfica. Antes de eso, el docente experimentó tanto con la apreciación como en la creación en distintas asignaturas.
Además de usar el cine para repasar los grandes conflictos del siglo XX en Historia, Mauricio también es asiduo a mostrar El Chacal de Nahueltoro (Miguel Littín, 1969) en sus clases de filosofía para generar reflexión sobre temas éticos y morales.
En 2019 Mauricio tuvo una primera experiencia de realización cinematográfica junto a sus estudiantes, micrometrajes en stop motion que fueron parte de un concurso de Explora y fueron exhibidos en FICValdivia. Mauricio recuerda que “fue harto trabajo, pero ahí me di cuenta de que la creación es tan efectiva en el aprendizaje como la apreciación cinematográfica”.
Últimamente el trabajo en torno al cine lo ha llevado a cabo en clases de Artes Visuales “tomo una unidad y la abordo desde el cine”, dice el profesor, quien este año realizará el cineclub desde la asignatura de Tecnología.
“Antes mis clases comenzaban con los planos cinematográficos. Una vez que mis estudiantes lograran diferenciarlos bien, partíamos a trabajar una propuesta, elaborando una historia, luego grabando y editando”, comenta Mauricio, agregando que “hice un taller en la fundación Alicia Vega y ahora quiero poner en práctica los juegos de imágenes en movimiento para que aprendan desde ahí”.
El docente explica que, por lo general, al trabajar en creación cinematográfica direcciona el ejercicio a la ficción, pero también hay estudiantes a los que les interesa explorar su territorio e historia a partir del documental, explorando los recursos, historia y cultura local.
El proyecto que aún tienen en producción es un documental sobre José Iturra, un profesor normalista de 86 años que estudió en la escuela vocacional de pesca. “Lo más entretenido es observarlos construir algo, acá los estudiantes son los protagonistas y quienes más saben de lo que se está hablando en clases. Sin darse cuenta desarrollan, además de los contenidos, su seguridad y formas de expresión. Trabajar en realización cinematográfica también los expone a obtener logros inusuales, por lo que también se sienten orgullosos de lo que hacen”, reflexiona Mauricio.
