Sara Molina, profesora de lengua y literatura de la Escuela Roberto Ojeda Torres de Paillaco, ha descubierto en el cine una herramienta efectiva tanto en términos académicos como en la gestión emocional de sus estudiantes. Como miembro de la Red de Cineclubes Escolares del Programa Escuela al Cine desde 2019, ha transformado la manera en que integra el cine en su planificación.
Desde mayo, el cineclub de Sara ha empezado un taller de creación con la colaboración de la tallerista Valentina Palma. El objetivo es que los alumnos desarrollen un cortometraje grupal. «Antes de pertenecer a la red no aplicaba el cine así tan específicamente», señala Sara. Hoy, su cineclub se lleva a cabo durante las horas JEC, y ha logrado combinar la apreciación y la creación cinematográfica en su metodología.
La implementación de esta iniciativa ha enfrentado retos, en particular debido al impacto de la pandemia. «Vamos súper de a poquito porque nos tocó justo la pandemia, entonces en clases online fue un poco difícil», dice Sara. Sin embargo, esta situación también ha revelado la importancia del cine como medio de expresión y como catalizador para el desarrollo de competencias emocionales en sus estudiantes.
Mediante el cine, Sara ha logrado que sus alumnos ganen confianza y libertad para expresarse. «Después de la pandemia los niños no se atrevían a cantar ni exponerse en clases. Poco a poco con el cineclub se han ido soltando y han podido mostrar quienes verdaderamente son», señala.
El cine no solo les proporciona conocimientos técnicos y culturales, sino que también se ha convertido en un «recurso emocional» que ayuda a los estudiantes a enfrentar situaciones personales. «Ellos sienten que es una vía de escape, es súper positivo desde ese punto de vista», menciona Sara.
El Programa Escuela al Cine ha ofrecido a Sara una serie de recursos valiosos para enriquecer su labor. En junio, participó en el Encuentro de profesores de la zona sur, donde se formó en guion y mediación artística. «El encuentro me ha parecido súper bien, súper rico en contenido y aprendizajes», expresa.
Cineclubes escolares como el de Sara representan un enfoque integral que promueve el aprendizaje, el desarrollo de habilidades y el bienestar emocional de los estudiantes. En sus propias palabras, Sara resume su labor como: «demostrarles a los estudiantes que el cine es tan importante como las demás asignaturas».
