Cineclub del Liceo Bicentenario Padre Nicolás de Vilcún: un espacio para explorar nuevos mundos

En 2021, el educador diferencial Jonathan Pontio llegó al Liceo Bicentenario Padre Nicolás de Vilcún, en la Araucanía, lugar que le abrió un espacio para desarrollar un taller extraprogramático de cine dentro de la jornada escolar completa. Al año siguiente, el docente realizó el curso Cine para educadores: apreciación y creación del Programa Escuela al Cine y desde ahí, su cineclub dio un giro a la realización cinematográfica. 

“Siempre he considerado al cine como una herramienta socio educativa muy importante o la que entrega mayor cantidad de posibilidades porque es algo cotidiano, todo el mundo ve películas” dice Jonathan, quien comenzó mostrando filmes, revisando la historia del cine y sus oficios. 

Este año, el cineclub guiado por Jonathan está destinado a los estudiantes de segundo medio y algunos de primero. “En el curso nos decían que era bueno comenzar a jugar a crear, así que ahora empecé por lo que tengo más a la mano para llegar a la creación”, dice el docente, quien comenzó con un acercamiento a los reels de Instagram para luego hablar de los nanometrajes.  

Con actividades siempre consensuadas entre Jonathan y sus estudiantes, decidieron aventurarse a realizar sus propios nanometrajes. “Ellos mismos se pusieron plazos e hicieron tres nanometrajes grupales” comenta el profesor agregando que “fue una experiencia reveladora para ellos porque nunca se habían puesto a crear. Lograron solucionar todo, desde qué querían contar, cómo editar o qué herramientas usar”. 

Sobre los temas que los niños y niñas abordan, Jonathan cuenta que se produjo una coincidencia: “a ellos les gusta mucho el terror, la ciencia ficción y la fantasía, cuando nos conocimos nos dimos cuenta de que teníamos gustos parecidos”. Así, las exhibiciones del cineclub se centran en obras clásicas de esos géneros, mientras que las creaciones “siempre van por lo irreal u onírico”. Como dice Jonathan: “yo creo que eso da cuenta de que los chiquillos están buscando cosas que les permitan escapar de lo cotidiano y conocer nuevas realidades”. 

El cineclub también ha sido un espacio de contención emocional para los estudiantes. El profesor apunta que, al inicio de las clases, se toma el tiempo para conocer cómo se sienten los alumnos y los invita a expresar sus emociones con honestidad, creando así un ambiente propicio para el diálogo y la confianza entre ellos. 

El cineclub del Liceo Bicentenario Padre Nicolás de Vilcún se ha convertido en un lugar de encuentro y expresión para los estudiantes, donde pueden desarrollar su creatividad, aumentar su capital cultural, explorar otros mundos y encontrar un refugio emocional.  

Para este segundo semestre, los estudiantes del cineclub planean participar en diversos festivales de cine escolar, además de todas las instancias que se les presente en su comunidad educativa. “A finales de agosto estaremos en la feria de ciencias con un stand de videoperformance y otro donde repasamos la ciencia en las películas y qué tan real es”, proyecta Jonathan. 

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