La profesora de enseñanza básica, Viviana Briceño, esperó al 2018 para poder integrarse a la Red de Cineclubes Escolares. Tuvo una experiencia de cineclub con un segundo ciclo, pero el mayor desafío partió en 2021 al ingresar colegio Alberto Blest Gana de San Ramón, donde hizo una adecuación didáctica para adaptar la metodología de cineclub a las asignaturas de primero básico, instancia formativa que llamó la magia del cine.
El segundo semestre de 2021 el colegio volvió a la presencialidad, una oportunidad para implementar la historia y magia del cine para enseñar y preparar la feria de ciencias. Viviana comenzó con los precursores del cine y la idea de darle movimiento a las imágenes, desde el arte rupestre a los juguetes ópticos.
“Repasamos a Georges Méliès, vimos el taumatropo, fenaquistoscopio, folioscopio y finalmente nos quedamos con el zoótropo. Había planificado actividades por más tiempo, pero mis estudiantes estaban tan motivados que lo hicieron todo muy rápido”, recuerda la profesora.
Además, la docente explica que, para generar la noción de lenguaje cinematográfico, utilizó otros recursos como la animación a través del software Scratch Junior y novelas gráficas, “al verse como fotogramas, les mostré esta idea y la relación entre cine y fotografía, cómo una secuencia de fotos puede dar la ilusión de movimiento”.
El establecimiento es uno de los más innovadores a nivel nacional, ya que cuenta con el FabLab, un Laboratorio de Fabricación Digital que tiene, entre otras cosas, una impresora 3D que Viviana aprovechó para pedir que les hicieran un pequeño zoótropo. Este dispositivo lo presentaron en la feria de ciencias de 2021 para todo el colegio.
“Había niños de cuarto medio que no conocían el zoótropo”, recuerda la profesora, agregando que “la alfabetización mediática es un proceso que se hace en comunidad. Los niños no solo aprenden de lenguaje cinematográfico, desarrollan pensamiento crítico, la reflexión y amplían su conocimientos y cultura para transmitirlo a otras personas. Por ejemplo, muchos llegaron a sus casas a comentar La llegada del tren a la estación, algo que sus papás tampoco conocían”.
Durante este año, desde el departamento de lenguaje organizaron la semana del cine, en el que se adaptó un aula para evocar el ambiente de una sala de cine, y cada nivel vio una película pensada para ellos. “Mis estudiantes vieron Ralph el demoledor, y pudieron hablar del valor de la amistad, vieron cosas más allá de la entretención de la película, porque ya habían tenido una aproximación previa a la apreciación viendo cortometrajes”, comenta Viviana. “También en Orientación hemos visto cortos, porque sirven mucho para desarrollar el área socioemocional, los estudiantes se sienten identificados y pueden hablar desde su experiencia”, continúa.
Para la feria de ciencias de 2022, los estudiantes que ahora están en segundo básico realizaron cortometrajes en stop motion para explicar el ciclo del agua, trabajo interdisciplinario entre ciencias y tecnología con las docentes Romina Iturriaga y Jocelyn Saavedra.
“Muchas veces se subestima a los estudiantes de esta edad, que el cine es muy complejo para ellos, pero están justo en la etapa de mente absorbente y mente creadora, como dice la filosofía Montessori, y creo que es un momento ideal para aprender lenguaje audiovisual, que es otra forma de conocer el mundo y comunicar”, reflexiona Viviana.