Durante 2021, la profesora de química Brisa Morandi hizo el curso online Cine para educadores: apreciación y creación cinematográfica, para unirse a la Red de Cineclubes Escolares. Sin embargo, su trabajo de mediación artística partió unos años antes, cuando se unió a la Fundación Esfera Sur, iniciativa que comenzó en 2017 para acercar el arte y la cultura a escolares y habitantes de Villarica y sus alrededores.
“El acceso a la cultura desde los habitantes rurales es muy baja, y el único acceso que existe es desde los colegios”, dice Brisa citando la sistematización de los proyectos realizados por la fundación. Magdalena Avendaño, encargada de comunicaciones de Esfera Sur, complementa “La importancia de las escuelas en esta zona en relación a la actividad cultural es clave y el cine es un lenguaje muy cercano que llega a cualquier tipo de público. Son pocos los lugares de encuentro. Hay uno en el centro de Villarrica, pero significa un costo para la gente, por eso queremos acercar la cultura a los barrios”.
Por eso, Brisa y el equipo de la fundación se han enfocado en realizar actividades en juntas de vecinos, colegios y traslados a los centros culturales de la zona, trabajando con arte contemporáneo y específicamente con cine. El lazo más estrecho de la fundación, además del centro cultural Crisol Celeste, es el colegio Rakiduam, con quienes desarrollan talleres y funciones para estudiantes y otros establecimientos de la zona.
“Algo que puede ser muy cotidiano para un niño en Santiago, por ejemplo, acá es casi imposible. En un contexto donde no hay cine en Villarrica, los niños tienen que ir a Temuco, si es que han ido. Además, tienen muy poco acceso a cine local, muchos niños comentan que nunca habían visto cine chileno”, reflexiona la profesora.
Para remediar ese problema, la fundación organiza funciones en el centro cultural Crisol Celeste, que se ubica a unos kilómetros del colegio Rakiduam. El primer semestre exhibieron Un caballo llamado elefante (disponible en la colección Infancia y adolescencia en el cine chileno del Programa Escuela al cine), instancia en la que los niños resultaron muy satisfechos, a pesar de la lluvia y mal tiempo que impidieron realizar un conversatorio extenso “el centro cultural estaba ambientado completamente como un cine, incluso con luces bajo los asientos para simular la experiencia”, recuerda Magdalena.
A finales de octubre, y como parte de la iniciativa Cine en la escuela del Programa Escuela al Cine, Felipe Rodríguez, coordinador académico del programa, presento Nahuel y el libro mágico en el centro cultural de Villarrica para 60 estudiantes del colegio Rakiduam y Juan Pablo II. “Para nosotros es super importante pertenecer al Programa porque nos da un sustento, es ser parte de algo más allá de lo rural, a nivel nacional. Que vengan para acá es fundamental, porque no solo es ver películas como algo entretenido, también es conversar y hacer una actividad educativa con una película que además tiene un contenido territorial y eso es parte de nuestros objetivos” sentencia Brisa.